Una vez finalizados los trabajos de la comisión hidrográfica para el levantamiento de las costas de España, dirigida entre 1783 y 1788 por Vicente Tofiño y formada por oficiales procedentes del Real Observatorio de Cádiz, José de Mazarredo decidió impulsar la reactivación de las actividades astronómicas de la Marina. En 1788 organizó los trabajos del observatorio mediante una instrucción en la que se estipulaban las observaciones astronómicas a realizar en Cádiz (alturas correspondientes, pasos del Sol y de la Luna por el meridiano, ocultaciones de estrellas por la Luna, eclipses de los satélites de Júpiter). Fue entonces cuando se dio comienzo a este libro, en el que se hicieron anotaciones de gran interés para la historia del más antiguo de los observatorios españoles. En él podemos encontrar anotadas desde las instrucciones de trabajo o las noticias astronómicas procedentes del extranjero (anuncios para la observación de fenómenos astronómicos) hasta las opiniones de algunos oficiales destinados en el Observatorio (Vicente Tofiño, Alejandro Malaspina, Dionisio Alcalá-Galiano) sobre su organización y funcionamiento.